La Luna

La Luna representa la parte emocional del ser humano, normalmente las variaciones en el humor de las personas está controlado por la Luna; portante, representa la vida cotidiana, el diario transcurrir, los hábitos, el refugio del hogar.

Relacionada con el instinto, la memoria, la protección, lo doméstico, el gusto por el hogar, el papel como padre o madre, los sentimientos familiares, la lealtad, la nutrición, la fertilidad. Asimismo, se encuentra conectada con el universo de los sueños, el inconsciente, lo fantástico.

Las diferentes fases de la luna son reveladoras para la interpretación astrológica. Por ejemplo, las personas nacidas en el periodo de la Luna Nueva gozan de gran capacidad de concentración, mientras que las nacidas bajo la influencia de la Luna Llena se destacan por su objetividad y conciencia clara.

La Luna en Aries

Al ser la Luna la luminaria más cercana a la Tierra, su influencia es máxima y directa. La feminidad de los Aries, especialmente de las mujeres arianas, se acentúa y opta por la iniciativa frente a la pasividad.
La libertad de la decisión y sus deseos de independencia también crecerán y será muy criticada por eso. Pero las críticas no le impedirán seguir con su empeño de emancipación.
En el hombre Aries, no obstante, la influencia lunar se manifiesta de distinta manera.
El Aries tiende, cuando está bajo la influencia lunar, a ser caprichoso y dejar a un lado la razón. Sus acciones serán desordenadas y correrá riesgos
inútiles por el simple hecho de que le resulten placenteras.

La Luna en Tauro

La Luna incide en lo íntimo de Tauro, en su mundo anímico, dando como resultado un carácter noble y sereno.
Si se funden la variabilidad de la Luna con la prudencia y el apego a lo material de Tauro, obtenemos una dosis innata de seguridad y confianza.
En general, se puede decir que la Luna incide sobre las situaciones y circunstancias del Individuo en la sociedad, produciendo cambios económicos que es conveniente vigilar.

La Luna en Géminis

La Luna dota al nativo de Géminis de una desmedida curiosidad y de un deseo de búsqueda de lo novedoso.
Esta necesidad de saber, puede hacer que aparezcan como personas superficiales que sólo se interesan por lo anecdótico. La pasividad de esta luminaria contrasta con el Sol, considerado como activo, y sus efectos siempre serán cambiantes.

La Luna en Cáncer

Para tener una idea de la importancia que la influencia de la luna tiene sobre los Cáncer basta decir que esta luminaria encuentra en este signo su domicilio.
Aunque la característica más importante de la Luna parece ser la de intermediario, en el sentido único de que está capacitada para transmitir las diversas influencias de todos los demás planetas, no actúa así en la situación que nos ocupa.
La característica clave referida al simbolismo de la Luna es versatilidad y cuando se funde con el altruismo de Cáncer el resultado será cierto afán de hacer el bien y de ayudar.
Los nativos de este signo sacarán lo mejor de sí mismos y su agradable sentido del humor podrá ser disfrutado por todos los que le rodean.

La Luna en Leo

La incidencia de la Luna en el nativo de Leo no tiene toda la fuerza habitual ya que ve contrarrestada su potencia por la fuerza del Sol en este signo.
Especialmente destacable es su influencia en lo afectivo si está en buenos aspectos con Venus; en este caso, patrocinará uniones a muy alto nivel y rango.
En general, cuando la versatilidad de la Luna se une con la altivez y creatividad de Leo, el resultado tendrá mucho que ver con actitudes arrogantes y prepotentes.

La Luna en Virgo

La llegada de la Luna a Virgo produce en el nativo de este signo cierta sensibilidad que fluctuará según el medio en el que aquél se encuentre.
Así, a menudo se dice que los Virgo son detallistas, inteligentes y hábiles, aunque pueden volverse tan perfeccionistas en ocasiones que hasta sus más íntimos allegados sufrirán semejante exceso.
Y es que esta unión representa lo femenino sobre lo femenino, ya que la Luna representa todo lo relacionado con las emociones, el mundo anímico y psíquico, los sentimientos y la imaginación.
A la Luna se la relaciona también con lo transitorio y perecedero de las cosas; por esto los astrólogos modernos han elegido como característica clave para esta luminaria: la versatilidad.

La Luna en Libra

Su deseo íntimo es huir de la soledad y buscar la compañía de sus seres queridos. Esta es la principal influencia que la Luna tiene sobre los nativos de Libra.
Esta es la razón por la que, a menudo, buscan la popularidad y el hacerse notar. Es el reflejo exterior de sus preocupaciones interiores de verse aceptados.
La característica clave que los astrónomos actuales han elegido para denominar a la Luna tiene mucho que ver con el significado y contenido del concepto versatilidad y, si se funde con la racionalidad que emana de Libra, el resultado se acercara al simbolismo que encierra la palabra sociable.

La Luna en Escorpio

Todas las escuelas astrológicas coinciden en atribuir a la Luna, cuando ésta incide sobre Escorpio, los cambios de humor y las inclinaciones afectivas muy volubles.
La atracción por lo sensual se agudiza en esta circunstancia y el nativo del signo se ve seriamente afectado en su mundo
amoroso, que le produce cierta clase de angustia, hasta entonces desconocida.
De aquí que tengan mucha razón los estudiosos de la Astrología que defienden la proposición según la cual los efectos de la Luna sean, en ocasiones, más directos e importantes que los del astro rey.

La Luna en Sagitario

Algunas corrientes astrológicas confieren a la Luna un aspecto de subordinación y en tal caso, afirman, su influencia resulta inadecuada.
Por otra parte, se afirma que el significado de esta luminaria tiene mucho que ver con lo sensual y con el deseo; esto es por lo que se utiliza la perspectiva del símbolo gráfico con que se representa a los diversos planetas y, como se sabe, el semicírculo corresponde a la Luna.
Portanto, los nativos de Sagitario en las circunstancias presentes, se hallan imbuidos de excesivas afecciones que son causa de una constante alteración.

La Luna en Capricornio

En el argot de los astrólogos se emplea el concepto de dualidad para significar no sólo el complemento de un determinado astro, sino también para indicar o referirse, precisamente, a las cualidades contrarias derivadas de la incidencia de uno u otro astro, de uno u otro componente de aquella.
Por esto, en ocasiones, algunos estudiosos de la Astrología han expresado que, cuando en ellas está ocupándose por la influencia de la Luna, esta luminaria produce efectos complementarios y contrarios a los del Sol, es decir, a los de la otra luminaria con la que forma dualidad.
Si se funden la versatilidad, característica clave alusiva a la Luna, con el cálculo del deber de Capricornio, el resultado será todo lo que tenga relación con el significado del concepto de reposo.

La Luna en Acuario

La influencia de la Luna en el signo de Acuario lleva a éste a mantener, en ciertos casos, posturas intransigentes y radicales.
Los estudiosos de la Astrología afirman, además, que el nativo de este signo, cuando se halla en las presentes circunstancias, manifiesta una inclinación relativamente fuerte hacia la ensoñación y hacia la fábula.
La presencia de esta luminaria les hace idealizar la realidad hasta tal punto que, incluso, se sienten atraídos por la mística y, en alguna ocasión, tal vez manifieste cierta capacidad curativa.
Algunas corrientes astrológicas extienden semejante cualidad de los nativos del signo Acuario a la curación anímica y psíquica; por ello se trataría de personas con una gran capacidad receptiva y de comprensión de los conflictos íntimos de sus semejantes.
Este volverse hacia el mundo interior, puede llevarles a una exagerada introversión.
Cuando se funden la versatilidad de la Luna con la ocurrencia que proviene de los nativos de Acuario, el resultado tendrá mucho que ver con los significados referidos a intuición, perspicacia, sagacidad y clarividencia.

La Luna en Piscis

La influencia de la Luna, es reconocida por las distintas corrientes astrológicas en términos de inferioridad y transitoriedad; es decir, los nativos del signo que nos ocupa, recibirían los efectos complementarios del planeta que forma junto con la Luna la denominada primera dualidad.
Las personas pertenecientes al signo de Piscis, se caracterizarán en esta etapa por perseguir con entereza objetivos que produzcan cierto bienestar social y, desde luego, individual.
Esta situación, aparentemente contradictoria, no lo es para Piscis, que necesita esta especie de lucha de contrarios para llevar a buen término sus empresas y proyectos.
Las dificultades del camino, o del método seguido, confieren, al nativo de Piscis más decisión y arrojo a la hora de abordar la resolución de ciertos enrevesados asuntos.