Rasgos generales de Tauro

El toro zodiacal, lo es pero sólo a veces, ya que en más ocasiones de lo normal, lejos de un astado se nos presenta terco o cabezota como una mula. En cualquier caso, no hablamos de un signo violento, al menos, no de esos que responden embistiendo ante una provocación, como si se les estuviese enseñando una capa de color rojo carmesí para que ataquen con fuerza.

Los y las Tauro, en general son tenaces, y aquel camino que se han trazado lo van a seguir pase lo que pase. De hecho, su resistencia física, su fuerza y su moral, tan elevada en muchísimas ocasiones, convierte a los nativos de este signo en personas que llegan siempre a la meta que se propusieron.

Tienen una gran fuerza física y, bien sea por amor o por sexo pueden llegar a ser capaces de cualquier cosa, siempre y cuando ello les reporte algún beneficio, ya que en su faceta más negativa, conviene no olvidar que el Tauro es materialista y posesivo.

Estamos hablando de unas personas que, a nivel general, se nos presentan como marcadas por la redondez física y ligeramente obesas, en especial si no se cuidan, recordemos su desmesurado placer por la buena mesa y, aunque no sea tan buena, el delirio que tienen por la comida en general.

En una fiesta o celebración será fácil distinguir a un Tauro, su rostro en general suele ser bastante sensual, sus labios, una de las zonas que más resalta, suelen ser carnosos y llenos, en sí un tanto prominentes. Como grandes observadores que son poseen ojos muy redondeados, pero no demasiado marcados, como si fuera necesario que en más de una ocasión pudiesen pasar desapercibidos.

Finalmente, su pequeña nariz no es un obstáculo para que se «huelan» a grandes distancias todo tipo de tramas, muchas veces más de las que están sucediendo en realidad y es que en el fondo están buscando la protección de los ataques -casi siempre imaginarios-, de los que creen ser objeto.

Este aspecto se complementa con la expresividad de su mirada, que nos escruta hasta el fondo, a veces llegando a desnudarnos sin que nos demos cuenta…, y su voz cálida que comunica a través de su sonrisa su buen humor.

Entre la mujer y el hombre Tauro, existe una diferencia fisonómica y es que a los dos les encanta comer, pero ambos no se lo pueden permitir de igual manera. Mientras que en la mujer esos kilos de más, que producen unas formas llenas, le dan un aspecto más atractivo, incluso aún como amantes más maternal, en el hombre esos kilos de más pueden significar una forma rechoncha que termine en obesidad, claro que para ellos, obstinados en permanecer como están si aquello les gusta, siempre nos dirán aquello de «lo mío es pecho caído».

Pese a ello, la falta de esbeltez en los Tauro, se ve compensada por su comunicación abierta, propensa a romper cualquier tipo de hielo que pueda surgir inicialmente en una nueva relación. Podemos casi afirmar que muchos hombres o mujeres de aspecto fortachón que se cruzan con nosotros son, casi siempre, del signo Tauro.