
Alejandro Sanz es del signo Sagitario.
Sagitario es ese crecimiento, es el goce de vivir, el disfrute máximo, con Libra, de los bienes que ofrece la existencia al ser humano, pero siempre con ecuanimidad, sin permitir que sentamiento o sexo nos dominen, nos venzan, nos vapuleen o nos creen verdaderos problemas.
Sentimental, sí, pero sólo hasta cierto punto, sólo hasta ese límite en que la persona se convierte en víctima de sus sentimientos. Sexual, sí pero sólo también hasta ese grado en que lo sexual convierte la vida en una especie de obsesión o de «infierno».
Diríamos que, apasionado, temperamental, fogoso, el nativo, la nativa, de Sagitario tiende en realidad a convertir en un goce espiritual sus sentimientos y en un goce material su realización sexual.
En la mayor parte de los casos, dentro de lo establecido, de lo que está permitido, de lo que es legal, ya que no debe jamás olvidarse que Sagitario es precisamente eso, es lo legal.
No le pidamos, pues, que se hunda en sus sentimientos, que llegue por medio de ellos a la sublimación o a la sordidez del amor. Porque lo que evita generalmente es caer en los extremos.