Un Piscis -hombre o mujer- desea disfrutar de la vida sin llamar la atención. No busca agresivamente la gloria, si le llega le dará la bienvenida, pero sentirá al mismo tiempo cierta incomodidad.
Es que Piscis es un signo que quiere pasar desapercibido, antes que llamar la atención. Amor y misericordia es lo que tiene para dar. Está representado por dos peces que nadan en direcciones contrarias.
Asociarse a estos nativos puede incitar a la pareja, sea hombre o mujer, a compartir la evasión eufórica de las drogas o el alcohol, o a disfrutar del tiempo libre entre la ensoñación y la convivencia con la naturaleza. Pueden ser tan pasivos, que hagan sentir que su pareja los domina, los dirigen.
Sin embargo, no son completamente incondicionales y se irán tras un nuevo amor si llegan a creer que con él accederán a la felicidad más perfecta.
Qué les gusta
Místicos, los Piscis -hombres y mujeres- miran la realidad no como es, sino como les gustaría que sea. Sus fantasías son un componente decisivo de su personalidad y sólo se sentirán comprendidos y amados cuando descubran que su pareja los ama de modo tal como ellos aspiran a que lo haga.
Por eso pueden vivir de desilusión en desilusión en busca de la unión verdadera. Para ellos el amor es el sentimiento más pleno, pero el más difícil de hacer duradero. Les cuesta definir sus objetivos y ocupan mucho de su tiempo tratando de desentrañar su propia confusión.
Suavidad y placidez, sensibilidad, telepatía; pasar inadvertidos, preferir segundos planos y no disfrutar realmente de la notoriedad cuando la tienen, es su tendencia.
Cuando se unen a otro ser nunca dejan de temer la traición; se mostrarán frágiles e inseguros.
Lo que necesitan
Un rasgo distintivo de este nativo o nativa es dónde centra su atención, porque sólo persigue lo que le dicta el corazón, la imaginación y sus ilusiones. Únicamente repara en lo que necesita, la realidad se le escapa y le es muy fácil caer en el autoengaño. En realidad, es poco lo que le interesa: sentirse elevado y superior interiormente.
Los Piscis necesitan renovarse permanentemente, recibir toda clase de estímulos intelectuales, emocionales y sexuales. Analizan los beneficios de la relación: qué es lo que su pareja necesita, qué es lo que le da y qué es lo que recibe de ella.
Se comprometen y no cambiarán de parecer, a menos que conozcan a alguien que los conmueva hasta perder el control de sus emociones.
Infieles por naturaleza
Son románticos incurables, se enamoran en cinco minutos y pueden desenamorarse en cuatro segundos. Enamoradizos, hombres y mujeres de este signo, pueden conmoverse con más de una persona a la vez. Viven el amor dramáticamente.
Pueden tener muchas aventuras amorosas, antes y durante el matrimonio. Siempre estarán atentos a las situaciones que se presenten.
Si es hombre, es probable que espere que la mujer tome la iniciativa. Si es mujer, llegado el momento de las definiciones actuará impulsivamente y sin pensar.
Lo que les atae
Los Peces tienden a aburrirse, no soportan la rutina y necesitan aliviar la experiencia de la monotonía a través de estímulos de la más diversa índole como la droga o el alcohol o la vida espiritual.
No es fácil captar su total atención, para eso habrá que mantener avivado el romance en todo su esplendor, casi de película, pura fantasía y ascensión.
Requieren de estímulos emocionales y eróticos, que los mantengan excitados; también contención y compromiso les aportará seguridad.
Para lo primero, cada día tiene que ser diferente y cada noche un drama romántico, con escenas de celos; hacerles creer que son lo más grande del mundo y el gran amor de su vida.
Pero también les agrada estar a los pies del ser amado, sentir que su pareja tiene poder sobre ellos y la conquista resultarles trabajosa.
