Rasgos generales de Géminis

¿Me siento o me levanto? ¿Me quedo o me voy? ¿Como o no como? Así de inquietos, de duales, de indecisos, de variables, son los nativos de este signo. Unos nativos dúplex en todo, por ello son siempre tan difíciles de entender, aunque no tanto de complacer.
Con Géminis es necesario vivir un día a día, puesto que lo de ayer no siempre es válido para hoy y difícilmente sabremos cómo puede reaccionar mañana, de ahí su insistencia en la improvisación.
Son personas activas, nerviosas, creativas, imaginativas, posesivas, superficiales y de fácil comunicación. Eso claro, en su lado más bueno, porque no debemos olvidar que Géminis, como si de una moneda se tratara, tiene un anverso y un reverso y su poesía de hoy, puede ser una bronca mañana, y su pasión creadora del lunes, puede ser una tormentosa y depresiva situación de no sé qué hacer el martes.
En su lado más negativo, Géminis tiene su charlatanería, que puede llegar a ser pesada y monopolizante, pero también su silencio ensordecedor puede acompañarlo de una mirada triste de gran profundidad e incomprensión.
Como veremos son amorosos y amorosas, versátiles y enriquecedores de la relación sentimental, pero terriblemente exigentes, al menos a nivel energético con sus parejas.
Como mercurianos que son se presentarán ante nosotros con un rostro que generalmente es triangular. Sus ojos vivos y su mirada astuta parecen explorarnos desde el primer momento en que nos conozcan y, si sabemos llegar a interpretar los matices de la mirada de Géminis, habremos ganado una dura batalla, porque su voz, sus palabras y sus posturas, nos pueden llevar a error, pero su mirada, que explora inteligentemente todo lo que tiene por delante, transmitiendo sus sensaciones, difícilmente nos podrá engañar.
Cuando veamos a una persona de frente huidiza y nariz respingona que tiende a ser puntiaguda, cuando contemplemos a una persona que está siempre en continuo movimiento, provocado por una intranquilidad física, y que incluso estando sentado no puede parar quieto o quieta con sus piernas y manos, indudablemente estamos ante un signo nervioso, muy posiblemente estamos frente a esa dualidad que se llama Géminis, pero ¡alerta!, es necesario entender que su movimiento puede transformarse en una parálisis, Géminis puede estar sentado durante horas sin apenas cambiar de postura, si la conversación es interesante y enriquecedora.
Estamos ante un signo que se conoce bien a sí mismo, o al menos esto es lo que ellos creen, en parte porque su narcisismo les hace quererse mucho, por eso y gracias a sus enormes recursos de actuación, se manejan bastante bien en casi todas las facetas relacionadas con el amor.
Su eterna juventud, su agilidad y expresión corporal, no sólo con gestos sino también con muecas, miradas y gesticulaciones, provocará que los demás le vean, -sexos aparte- como el eterno Peter Pan, dado su aspecto jovial, lo que le puede resultar excelente a la hora de seducir y mejor al expresarse, pues mentalmente parecerá estar por encima de su edad.

Signo Géminis