Cáncer es el signo de Agua que más se preocupa por asegurarse el futuro, ya que su estabilidad económica y la de los suyos es para él fundamental. Trabajan por ella y pretenden que el sueldo esté continuamente incrementándose. Si los ingresos no son acordes con lo que necesitan, se sienten tentados a abandonar su puesto y procurarse otro mejor remunerado.
Por lo general, Cáncer gasta el doble de lo que gana y lo gasta en supermercados y tiendas. Es que necesita vivir en un hogar espacioso y sufre si en su casa el refrigerador no está repleto.
A la hora de gastar privilegia sobre todo las compras para la casa incluidos muebles, plantas, electrodomésticos y adornos de decoración. Artículos para el hogar y elementos que brinden confort figuran todos los meses en su lista de adquisiciones. En general se permitirá el placer de estas compras, aunque no actuará por impulso y recorrerá muchos comercios antes de elegir.
Le encanta coleccionar toda clase de elementos que tengan valor emocional. El respeto y la fascinación que sobre Cáncer ejerce el pasado lo lleva a rodearse de objetos que le queden como recuerdo, con los que mantiene un lazo afectivo especial.
Difícilmente en el proyecto de un Cangrejo típico no incidan los sentimientos, tampoco dejará de apuntar a objetivos, hechos y situaciones que les resulten firmes. Es una persona capaz de brindar ayuda económica al que lo necesita, siempre y cuando sea alguien cercano a que aprecie y de quien se sienta confiado.
¿EL MAS PROTECTOR DEL ZODIACO?
Lo emocional sostiene su existencia. Jamás se desprenden de aquello que anhelan y darán todo por las personas que aman. El nativo de este signo es de los que siempre le prestan dinero a un familiar. .. sin cobrarlo jamás.
Brindarse a los otros es el principio de vida que rige su destino y el desarrollo de su personalidad. Otorgan fundamental importancia a la intuición y se valen de ella como base para la confianza que deparan en extraños y allegados.
El dinero no les sobra y tampoco les falta, lo ganan con esfuerzo y sacrificio. Pero no es que estén deseosos de ser el banco de crédito de sus amigos. Sin embargo, será el nativo más desprendido cuando alguien de su estima le grite «socorro» porque le cortaron el gas, la luz o el teléfono.
En los Cangrejos altamente evolucionados se ven reflejados los patronos protectores de los débiles y menesterosos, aquellos que emplean sus fuerzas para elevar a los demás, infundir valor al acobardado y esperanza al desesperado. Pero no todo es bondad y entrega, un Cáncer poco evolucionado es capaz de usar en su exclusivo provecho su agudeza psíquica. Su miedo a la vida no le aportará más frutos que el de un sistema de protecciones personales. Huirá a cualquier precio de toda situación en la que se sienta amenazado. Con una estrategia puramente defensiva se pondrá en retirada.
¿Qué oculta todo Cangrejo? «TE DOY PARA QUE ME AGRADEZCAS»
El nativo de Cáncer necesita de la ternura como alimento psíquico indispensable. Su deseo, al principio puramente instintivo de simpatía y amor, cobra luego forma consciente. Y es así como lo vemos tratando de conquistar la simpatía del prójimo.
Bien es cierto que esto no ocurre por el empleo de medios exteriores refinados, sino por intermedio de una política bien curiosa. Es un diplomático de la vida psíquica y esta diplomacia se manifiesta en la elección de las personas con quienes trata.
Pero tampoco es activo en esta elección, más bien deja que los demás vayan a él y, de entre ellos, conserva sólo aquellos a los que tiene algo para brindar, para de ese modo atarlos a él por la gratitud.
Es ahí que se lo vea tratando a personas que, comparadas con él, parecen necesitadas de ayuda y que por este motivo aparezcan colocadas en un plano inferior a él. Por la misma razón rehuye la compañía de seres que puedan llegar a ser superiores a él.
Trata de crear de antemano las condiciones que determinen que la gente con la cual alternará estén por debajo de él. Y entonces gustosamente descenderá para asistir a aquellos de quienes pueda ser maestro, guía, conductor o protector. Suya es la misión de emplear la agudeza y la sensibilidad que le fueron dadas de nacimiento en el alivio de los demás.
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